miércoles, 12 de septiembre de 2007

Y La GUitarra dijo Si...(1)



Víspera de un "si"....


Un Viernes, una tocada, una llamada. Tenia que ir a tocar, tenia con todo el gusto del mundo hacer música, siempre a nuestra banda la ven menos por que a pesar de que llevo de años tocando la guitarra, mis compañeros son nuevos en eso, muy buenos pero muy nerviosos, ya habíamos hecho la hazaña una vez, lo podríamos hacer de nuevo. Llame a Roxana para ver si quería ir a verme tocar, ella dijo que si pero que pasara a las 9:30 por ella, ya que había ido a un rosario de la suegra de su hermana ( algunos días atrás había fallecido). Llevamos las cosas a la casa donde seria la tocada, acomodamos instrumentos todo bien para empezar, dieron las 9:30 fui por ella, pero no estaba en su casa, apenas venia en camino, me acompaño un amigo, al cual apodamos "Salchiquita", no quiero profundizar el "por que?". Llamé a Roxana por teléfono, para saber por donde venia, no venia lejos, así que la espere. La vi a lo lejos, venia con un atole o que se yo, pero era una bebida caliente, fui a su encuentro para ayudarla, mientras el Salchiquita me decía - No vayas, no vaya creer que te puede hacer como quiere. Ni lo pele , fui por ella, la salude y nos fui a la tocada, empezamos a tocar, otra vez lo hicimos y fue una buena noche, tocamos muy bien y una que otra niña me miraba como con ojos de que te quiero conocer mas. Roxana lo noto y me dio gusto, por que vi celos en su mirada, supe que le gustaba así que seguimos ahí un rato platicamos, y después fui a guardar los instrumentos. La lleve a su casa, después de una platica, se dio el momento, tan inocente y nada premeditado, son de esos rozes que no sabes si fue la ala de un ángel o los labios del amor, la bese, nos besamos mas bien dicho, fue un momento hermoso y tan largo, pase 4 vidas enteras en ese primer beso, dios, es inolvidable, aun siento sus labios complementandose con los mios. Después me di cuenta que el salchiquita y el nopal,otro amigo. Estaban esperándome, después de un rato me fui y me despedí de ella. Al subir al carro donde estaban mis amigos, lo único que recuerdo haberles dicho, fue:


- Es ella, juro que es ella.

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